Tú eres lo que yo siempre busqué. Amor de mi vida.

De quimera adolescente a realidad otoñal… una historia real.

Vídeo instalación performática de dos canales. 

Duración: 3´ 12”

Performers: Andrea Juan y Gabriel Penedo Diego

Música: Horizons de Roger Subirana Mata

Cámara, edición y dirección general: Andrea Juan y Gabriel Penedo Diego.

Exhibición:

L´être d´amour, Lettres d´amour.

Chorégraphie de la matière

Espacio:

Espace Mably - Salle Capitulaire

Burdeos - Francia

Comisariado:

Connectif Plateforme Créative - Elissar Kanso y Carmen Herrera Nolorve

Fecha: 16 al 25 noviembre de 2022

Tú eres lo que yo siempre busqué. Amor de mi vida!.

De quimera adolescente a realidad otoñal… una historia real.

La búsqueda del amor verdadero, del sumun, de lo máximo, de aquello que nos haga sentir plenos, extasiados, únicos e inmensamente felices. 

Ese amor donde pasión, respeto, compañerismo, sueños, objetivos, todo… se habla en un mismo idioma común.

La búsqueda de ese amor ideal es, generalmente, ingrata y dolorosa, muchas ilusiones y muchas desilusiones… ¡Demasiadas esperanzas vanas!

La mayor parte de las veces esa búsqueda se interrumpe o se abandona. El hastío termina por hacernos creer que ese amor, simplemente, no existe. 

Cuando esa creencia se transforma en nuestra certeza corremos el riesgo de entregarnos a amores menos fulgurantes pero seguros y previsibles.

Pero…

Cuando sabemos que la vida es una y muy corta y que nos merecemos encontrarlo o al menos ser fieles a nuestros ideales y continuar buscándolo hasta el final.

Cuando nos negamos, una y otra vez, a vivir como amor algo que no nos completa, no nos llena, no nos emociona y no nos hace vibrar…

Cuando no nos abandonamos en la comodidad de lo conocido, cuando nuestros ideales prevalecen al buen juicio, cuando no son suficientes las certezas, cuando desafiamos la lógica, cuando nuestras emociones mandan, cuando seguimos buscando afanosa y tozudamente…

Cuando sabemos qué buscamos, cuando la experiencia nos dice en que debemos profundizar y cuando, fundamentalmente, sabemos lo que no queremos… 

Cuando mantenemos los ojos abiertos y el corazón expectante, cuando no desfallecemos, cuando….

Cuando perdemos el miedo a envejecer solos, aceptando el precio por no traicionarnos.

Cuando continuamos buscando, pese a los años, pese a las heridas, pese a todo, entonces, solo entonces, puede llegar.

Nosotros lo habíamos encontrado y muy pronto, pero no pudimos darnos cuenta. Tuvieron que pasar 30 años sin saber el uno del otros, 30 años de búsquedas estériles, 30 años de oportunidades conjuntas perdidas… para, por azar, reencontrarnos y darnos cuenta.

Estabas ahí, estaba aquí, siempre estuvimos…Solo había que volver para buscarnos.

Ahora sí, ahora estamos completos e inmensamente felices….